Carnavales de Santa Cruz de Tenerife: Como una fiesta popular fue capaz de salir en plena dictadura
Sin duda alguna, los Carnavales de Santa Cruz de Tenerife son uno de los eventos más populares e icónicos de toda Canarias, Europa y del mundo. Aunque su celebración se ha extendido por todo el mundo, los orígenes de estas fiestas se remontan a la isla de Tenerife, en las Islas Canarias.
El germen de los carnavales de Santa Cruz de Tenerife se encuentra en las fiestas que se celebraban en la ciudad en el siglo XVII, durante el periodo de Carnaval. A pesar de que las celebraciones eran bastante modestas, con el paso de los años fueron ganando en importancia, y para finales del siglo XIX, ya se habían consolidado como uno de los eventos más populares de la ciudad.
La evolución de las fiestas de invierno de Santa Cruz de Tenerife se vio influenciada en gran medida por el contexto histórico de la época. Durante la dictadura de Franco, las celebraciones fueron reprimidas y las fiestas se redujeron a desfiles y actuaciones en lugares cerrados, alejados del público en general. A pesar de ello, las personas seguían celebrando las fiestas de invierno a su manera y manteniendo viva la tradición.
Fue tras la llegada de la democracia cuando los carnavales comenzaron a recuperar su esplendor y su carácter festivo. En 1980 se celebró la primera edición de los carnavales de Santa Cruz de Tenerife tal y como los conocemos hoy en día, con desfiles por las calles de la ciudad, concursos de murgas, comparsas, agrupaciones musicales y una programación variada de actos y eventos.
Desde entonces, los carnavales de Santa Cruz de Tenerife han ido ganando en popularidad y se han convertido en uno de los eventos más importantes del calendario de la ciudad. Cada año, miles de personas se reúnen en la capital tinerfeña para disfrutar de la música, los bailes populares y el colorido de estas fiestas.
El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife es conocido por sus comparsas, sus trajes de fantasía y sus carrozas, sus murgas, rondallas y agrupaciones musicales pero también por sus bailes en la calle. Todo ello convierte a la ciudad en un auténtico hervidero de fiesta y alegría durante varios días.
En definitiva, los carnavales de Santa Cruz de Tenerife son un ejemplo de cómo una tradición popular puede evolucionar a lo largo del tiempo, enfrentándose a la dictadura y adaptándose a los nuevos tiempos, transformándose en una celebración multitudinaria y única en el mundo.
Texto. Editorial Canarias Trending Topic
