Opinión: La culpa. Por Raquel Martínez
La culpa es eso que alguna vez hemos sentido tod@s.
La gente se lo toma como algo normal pero no es así, NO es una emoción natural.
Somos los únicos seres que sentimos culpa. Entonces te podrás preguntar ¿será eso lo que nos diferencia del resto de los animales? Pues… NO, lo que nos debería diferenciar del resto de los animales es La Conciencia No la Culpa. Ningún animal siente culpa, sí pueden sentir rabia, asco, miedo…, pero NO culpa, es una de las mayores trampas del ser humano, nos inmoviliza y nos hace sentir pequeñ@s.
¿Qué nos hace sentir culpables?:
1. Nos sentimos culpables por lo que tenemos:
Si yo tengo mucho dinero, por ejemplo, porque lo he heredado, me puedo sentir culpable porque yo no he pagado supuestamente el precio que hay que pagar para tener lo que tengo, me puedo sentir culpable por tener algo que me ha llegado de manera regalada y me posiciona, según el Ego, por encima de otras personas que se lo han trabajado mucho, y si luego la gente me dice: “tú no me entiendes, para ti ha sido más fácil, el dinero ayuda, no has tenido que currártelo como yo, ¡He pasado unas penurias!…”
No tenemos nada en la vida por el que no hayamos pagado un precio antes. Nada nos viene regalado. Siguiendo con el modelo del dinero… “Si yo vengo de una familia acomodada mi precio puede haber sido, por ejemplo, una exigencia excesiva por parte de mis padres o por el contrario, un pasotismo de estos por no estar tanto en casa y no verlos con frecuencia por dedicarse en exclusividad a sus negocios…” Recordar que el precio más económico que pagamos siempre por las cosas es el dinero.
Si te cae un dinero de repente por una herencia o lotería te sentirás culpable porque es cómo un automático que está en el inconsciente colectivo… ¿Quién soy yo para merecer esto cuando hay tanta gente que no lo tiene y está pasando necesidad?.
Desde esa culpa no disfruto de ese dinero, ni le saco rendimiento y esto en realidad me está sucediendo para que yo vea algo, para que trascienda…, nada es porque sí. También lo podemos aplicar, por ejemplo, “al mal o buen cuerpo”. Puedo tener una genética poderosa que si yo me inflo a hábitos tóxicos y no me cuido, por mucha genética que yo posea mi cuerpo tendrá una manifestación no deseada y si por el contrario nazco genéticamente debilucha pero yo intento y consigo gracias a mi actitud fortalecer mi físico, esa debilidad puede convertirse en una emanación de belleza. Es decir nuestra implicación y el precio que paguemos por las cosas es lo que va a ser que posea o consiga uno u otro objetivo, por lo tanto NADA es gratis.
2. Nos sentimos culpables por lo que hacemos:
Supongamos que estamos entrenados en la conciencia y somos capaces de interpretar lo que nos pasa. La Culpa es uno de los mayores semáforos que tenemos, y bueno ya que nos la hemos inventado por lo menos saquémosle provecho.
Nos sentimos culpables por lo que hacemos porque nos vendemos la teoría de que “ese hacer” le va a hacer daño a alguien o va a repercutir de manera negativa… Y eso es SOBERBIA ¿Está en mi mano que el estado emocional de alguien cambie?, ¿?, me explico… El que yo me ría, me sienta feliz, incómoda o desgraciada sólo depende de mí ya que las emociones se exteriorizan desde mi registro, no todas las cosas graciosas me hacen gracia, no todas las desgracias me afectan de la misma forma y no todos los días me siento igual de vulnerable o fuerte, por lo tanto el que yo me encuentre de una manera u otra depende exclusivamente de mí.
La mayoría de las veces quedamos con alguien por no sentirnos culpables (comer todos los domingos con los padres, o ese amig@ que no te simpatiza, pero cómo te insiste y para que se calle un tiempo te tomas un café…), ¿qué pasa cuando lo haces? Que cargas con la culpa por lo que te has hecho y sales desinflad@ porque estás en un conflicto y eres tú el que te estás llevando a ese conflicto. En medio de esta disputa interna que tengo, la Culpa me está diciendo dónde estoy yendo en mi contra. Si yo utilizo el sentimiento de Culpa para detectar dónde me encuentro y lograr dar un salto cuántico de superación personal ahí está actuando de avisador, pero si la utilizo para machacarme y mantenerme en más de lo mismo ahí nos merma y nos hace entrar en batallas.
Cada vez que yo vaya a hacer algo que revierta de manera positiva en mi alma y No en mi Ego va a aparecer un factor externo que me va a ser sentir culpable. Y esto es de libro.
Lo puedo ver cómo algo que me tengo que mirar o renuncio a observar más allá e ignorar como puede revertir de manera positiva en mi vida y por lo tanto empoderarme en la soberbia y el Ego.
Nada de lo que yo haga en esta vida que tenga una consecuencia favorable en mi crecimiento, en mi alma puede afectar de manera negativa a nadie, porque si yo crezco, me nutro y tomo conciencia eso revierte en todos los que estamos y si alguien no está en esa frecuencia vibratoria va a intentar chantajearme emocionalmente. El amor NO es miedo, NO es chantaje, NO es sufrimiento. Quién está en la creencia de que el amor es preocuparme por ti, sufrir por ti y tener miedo por ti, cuando yo intento avanzar me van a boicotear porque ve que me alejo y en realidad no es así, el que se mueve y experimenta se acerca a su esencia y cuando TÚ quieras también lo puedes hacer. ¿Cuántas personas manifiestan una enfermedad física para que no nos alejemos? EJ: La madre que le dice al hijo o a la hija cuando se marcha de casa: “desde que te marchaste sólo me invade la tristeza, estoy enferma de soledad”. Cuando queremos avanzar y el del frente no lo acepta nos muestra una serie de boicots y las excusas que se utilizan son muy salvajes, se empieza a tachar al otro de sectario, oscur@, loc@ simplemente porque ha decidido hacer lo que ha venido a hacer y desconectarse de sostener un sufrimiento que NO tiene FIN puesto que si alguien no quiere dejar de sufrir NO va a haber FINAL para ese sufrimiento. En ningún caso está de nuestra mano que el/la otr@ deje de sufrir, en nuestra mano está dejar de sufrir nosotr@s que no es poco. ¿De verdad crees que
está de tu mano gestionar lo de los otros si no sabes gestionarte tú?. ¡Somos muy chulit@s!.
3. Sentirme culpable por quién soy:
Esta es la más grave. Soy un alma grandiosa, preciosa, valiente, vibrante, consciente…, que ha venido a esta vida a BRILLAR. Tenemos una visión distorsionada que nos hace sentirnos a veces atrapad@s en una pesadilla que cada vez es más grande y que alimentamos nosotr@s, la mayoría de las veces sin darnos cuenta. Esa pesadilla se hace grande a medida que la consciencia se mengua porque yo no me doy el permiso por vergüenza, por culpa, DE SER QUIEN SOY. “Y si solamente luzco yo qué sóla voy a estar no?”, “Y si solamente yo soy, con quien me puedo tomar un café” “y si yo sola he decidido ser y los demás NO, me van a ignorar (algo que lleva muy mal el ser humano, ser ignorado, Y si tenemos en cuenta que a Jesucristo lo mataron por Brillar cómo a much@s otr@s a lo largo de la historia, o la expresión “El cementerio está lleno de valientes” pues ya tenemos el conflicto servido). Quiero hacer hincapié en definir vergüenza: “Es un sentimiento de pérdida de dignidad causado por una falta cometida o por una humillación o insulto recibidos o sentimiento de incomodidad por temor a hacer el ridículo (burla, risa a lo extraño, extravagante, grotesco) ante alguien o que alguien lo haga. Por lo tanto cuando no haces cosas por vergüenza párate a pensar por qué no te sientes dign@
La culpa por tener y hacer son distracciones que el Ego nos monta para que NO llevemos la atención al punto crucial que es “por No sentirme más que los otros dejo de ser”. ¿Cómo nos vamos a abrir al merecimiento, a la abundancia si nos sentimos culpables por ser?.
¿Cómo me voy a creer a nivel mental que soy digno si me siento culpable por ser?. ¡Y Claro!, mientras me siento culpable por ser No puedo activar mi primera cláusula del contrato (que vimos en la frustración) que es amar; tampoco voy a gozar de las experiencias de la vida. Así que muéstrate tal cual eres para que los demás te vean y con la misma se dan ellos tb el permiso de SER.
Ejemplos: Los padres con los hijos, cuando quieren que sean de alguna manera en concreto y a lo mejor eso que desean para sus hijos no está en el registro de los niños, y ¿qué hacemos desde pequeños?, con tal de NO ver malas caras y que no te recriminen tus papis, tus líderes, intentas cambiar a su gusto para conseguir su aprobación y esa LUZ con la que naciste empieza a menguar porque te estás empezando a sentir culpable.
Nelson Mandela decía en su investidura:
“…nuestro temor más profundo es medir toda la extensión de nuestro SER. Es nuestra luz la que nos da miedo y no nuestra oscuridad…Somos hijos de la luz…No serviremos al mundo haciéndonos más pequeños de lo que somos…Cuando nos liberamos de nuestro propio miedo, nuestra presencia libera automáticamente a los demás” Mientras yo no me doy el permiso de Brillar, de Ser y me sienta culpable por mi grandeza yo no quiero ver tu grandeza porque me incomodas y me estás diciendo que es posible, te estás dando el permiso y yo NO, y yo no quiero brillar para que no se metan conmigo.
4. La otra culpa: ¡Tú tienes la Culpa!
Dijimos al principio de la charla que la Culpa es una manifestación inventada y que no es natural. Ej: “cuando los leones salen a cazar ¿ustedes creen que se preguntarán si la cebra a la que van a atacar tiene familia, deja cachorros o estará amamantando?, ¡NO!, se comportan cómo leones y simplemente cazan cuando lo tienen que hacer, porque esa es su esencia y para eso nacieron, no hay otra cabida y por supuesto no se sienten culpables”.
“Llego tarde por culpa de..”
“No hago el trabajo por culpa de…”
“Sufro por culpa de…”
Cuando estás colgando la culpa a algo o alguien significa que no te estás haciendo responsable de tu poder. La responsabilidad no es cargar con lo mío y con lo que no es mío. La responsabilidad es tener la conciencia clara de que cada uno de mis actos tiene unas consecuencias. Si yo tengo un gran poder, que lo tengo como todos y cada uno, también tengo una gran responsabilidad y lo coherente y amoroso es manifestarlo de manera óptima, porque eres capaz no te quepa duda, y asumir las consecuencias cuando con la misma me “equivoco” ya que muchas veces, por no decir todas, la experiencia que corresponde es esa, “EQUIVOCARSE”.
Cada vez que culpas al otro no estás en ti, estás en tu Ego. Tienes que ser tu mejor manifestación y estar dispuesto a asumir por completo tu poder y tu responsabilidad si no entrarás en juicio y comienzas a señalar al del frente.
Reconocer esto requiere de Honestidad y Humildad.
Honestidad es entrar en contacto con tu interior, con tus emociones, sensaciones y ver cómo te mueves, por qué hay cosas que te afectan y otras no y todo ello sin tener en cuenta tus creencias ni la opinión de los demás. Es una comunión entre tú y lo que sientes sin pensar en nada más.
La humildad se confunde con sentimiento de inferioridad. La humildad implica la ausencia de soberbia. EJ: la maquinaria de un reloj, todas las piezas que lo componen (grandes, pequeñas, cuadradas, redondas…) son imprescindibles y ninguna de ellas es más importante que la otra. Con que una de ellas se estropee o desaparezca, aunque sea aparentemente la más insignificante, ya el reloj no funcionará adecuadamente. Todos y cada uno en esta vida tenemos nuestro cometido y juntos formamos el UNO (como el reloj).
Se debería ubicar y discernir la culpa, pero para ello se necesita de un entrenamiento para acallar la mente, para detenernos, para estar en el presente, para ser honestos…, si no te darás cuenta de ella cuando ya te ha comido.
SOBRE RAQUEL MARTÍNEZ
«Raquel es enfermera desde 1997, trabajando en cuidados intensivos desde entonces, siempre ha abogado por la idea de que la enfermedad física tiene en cierta medida tb un origen emocional. Por este motivo comenzó a formarse desde 2008 en otras terapias que se pueden utilizar de manera complementaria a la medicina tradicional, demostrando en su lugar de trabajo que con una actitud positiva por parte de la persona se pueden conseguir grandes logros en la salud. Llevaba años compaginando su trabajo como enfermera con clases de meditación que impartía ella misma en colegios y bibliotecas para todo tipo de público.
En diciembre del 2020 publicó su primer libro «Cuentos del Ego» dónde narra a través de 7 historias sencillas relatos cotidianos que nos ayudarán a conocer mejor ese fantástico e inimaginable mundo interior que todos poseemos acompañados de meditaciones guiadas, colaboradora del programa de Radio Gáldar Coffee time con Vidal en su espacio “En tertulia con Raquel””